Hoy el rostro de México en el mundo es el de un gran país, uno de los diez más ricos del mundo, rico en su gente alegre y emprendedora, rico en recursos naturales con singular historia y pluralidad cultural.
Mientras en el corazón de México nos encontramos entre millones de hermanos nuestros que por su condición o carencias socioeconómicas se ven impedidos para satisfacer sus requerimientos básicos de subsistencia y desarrollo, sin asistencia médica por ley, perplejos ante la elección e impotencia de alcanzar una profesión o estado digno de vida causado por la desigualdad, la marginación, la ignorancia, la pobreza-que a su ves- es causa de analfabetismo, desempleo, falta de atención a la salud, indigencia, abandono, orfandad; la carencia de valores que provoca la falta de integración familiar y se cae en vicios como el alcoholismo, la drogadicción o la delincuencia; el comienzo de la vida sexual a menor edad de todos los países de la tierra da a México el décimo lugar.
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